LAS CLASES NO SE SUICIDAN

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Oleka Fernández, Juan María Almonte, Gilda Matos, Ramón Lachapelle (sin barriga), Angel Mejía, Basilio Nova y Rubén Sánchez Mejía, frente a la mole que está detrás, las ruinas del Teatro de Villa Juana, (hoy Centro Cultural Narciso González), en momentos que impulsabamos la continuación de su construcción.

El proceso de construcción de este teatro duró 22 años, porque ningún gobierno se quería hacer cargo de terminarlo, porque tampoco formaba parte de ninguna política de Estado, sino, de una idea y necesidad de los teatristas de Villa Juana.

Cuando ganó Leonel, le caímos encima con eso.

Un día Basilio Nova y yo hablamos informalmente con el Presidente y le pedimos que nos terminara el Teatro de Villa Juana.

Leonel abrió los ojos y dijo que eso estaba casi listo, entonces fuimos nosotros que nos quedamos con la boca abierta, ya que ahí no se ponía un block desde hacía más de 5 años.

Días después nos dimos cuenta de que el teatro al que se refería el Presidente era el Auditorio del Club Mauricio Báez, hoy convertido en un centro cultural donde está la biblioteca barrial más grande del país, aunque aún no abre al público.

Ningún gobierno le ha regalado nada a la cultura, las inversiones que se hacen de vez en cuando en este sector, casi siempre son el resultado de procesos de lucha y gestión que van de abajo hacia arriba, como fue el caso del Teatro de Villa Juana.

Es que mi compadre, las clases no se suicidan.

LOS FUNDADORES DE LA ESCUELA DE TEATRO Y LA COMPAÑÍA DE TEATRO

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En la foto, Emilio Aparicio y su esposa Antonia Blanco Montes, aparecen con una niña cuyo nombre no conozco.

Emilio fue un inmigrante español que fundó el Teatro Escuela de Arte Nacional en 1946, del que saldrían después el Cuadro de Comedias y la Escuela de Arte Escénico.

El Cuadro de Comedias evolucionó hasta lo que es hoy la Compañía Nacional de Teatro y la Escuela de Arte Escénico es la Actual Escuela Nacional De Arte Dramático.

Blanco Montes fue actriz de muchas obras en la televisión y las salas de teatro.

La conocí cuando era la secretaria y profesora de la Escuela de Arte Dramático, de la que fui director durante siete años.

Una mujer apacible, tierna, amable, colaboradora y símbolo también de la fundación de dos instituciones importantes para el devenir de nuestra historia teatral.

Basilio Nova organiza actualmente un festival que lleva el nombre de nuestro fundador del teatro dominicano del Siglo XX, Don Emilio Aparicio, quien dejó huellas imborrables para la historia del teatro en República Dominicana.

Del Partenón, al Faro de Colón, APUNTES PARA LA HISTORIA DEL TEATRO DOMINICANO

Por Angel Mejía

Algunos amigos me han pedido publicar de nuevo mi ensayo «Del Partenón al Faro de Colón», dado a conocer en la revista Conjunto, de Cuba, así como en el Suplemento Cultural Tertulia del periódico El Siglo, Revista Vetas y Listín Diario. Fue escrito hace más de una década a petición del Ministerio de Cultura de España para introducir una antología de teatro centroamericano en la que figuraban tres piezas de autores dominicanos. Autorizo la reproducción total o parcial del mismo para fines no lucrativos, siempre y cuando se indique el autor y la fuente.  (Contacto:  angelmejia.am@gmail.com)

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La danza cabalga en motoconcho un domingo de lluvia en Guachupita

Posiblemente el motoconchista que trasladó hoy a Nereyda Rodríguez desde la Fundación Teatro Popular Danzante en María Auxiliadora hasta el barrio de Guachupita no tuvo la menor idea de quien era el pasajero que llevaba en su moto.
No imaginó nunca que la señora que sonreía a la cámara mientras su hija Senia le hacía una foto para el recuerdo, era nada más y nada menos que la precursora de la danza moderna en la República Dominicana, la misma que junto a Fradique Lizardo dio forma a la creación del Ballet Folclórico Nacional y la misma que junto a Mirito Arvelo se constituyó en una de las parejas de baile más famosas del país.
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